Recuerdos de tu sexo

Me ahogo en el placer de tu intimidad, me asfixio de chocar contra las luces de tu vientre repetidas veces, de inundar mi pensamiento y nublar mi visión en la humedad de tus dulces gemidos. Me falta el aire al contemplar tu cuerpo con los ojos cerrados y tomarte por el pecho, orarle a tus nalgas una plegaria indecente y colgar mis brazos al rededor de tu cintura desnuda. Mientras en ti la noche se despliega, y la marea de sabanas baja, nos descubren, la puerta suena, el sueño se agita y tus piernas con las mías se funden en un diálogo coherente por la paz mundial y la destrucción de la humanidad, empezando por nosotros mismos.

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