La razón de la noche
La noche está impregnante a estas horas, su sonido es total. Los rasguidos del aire por las hojas, y el pasar tenue del agua por sus corredumbres mientra el vibrar de una que otra rueda y máquinas alumbran de vez en vez los callados sonidos de la voz nocturna. Es de nosotros la noche, tanto como de ella somos nosotros, me envuelve de piel y con pelos sueltos, alimentando mis piel de ti, de tu calor a mujer, mientras a mi garganta le cubre el frío de tu mirada furtiva, inquisitiva, inmutable por el tiempo, llena de dudas y temores, de hierros y hojas, tu confusa mirada impuesta sobre el juicio de los hombres, de la luz y la mañana, sobre el dominio del cuerpo y la realidad, manejando cada llama que calienta balsa, sedando a cada ingenuo con tu maldito veneno, cosechando letras en el tiempo, realidades que nacen de vos, el valsamo de la noche, la razón que empuja al sol fuera del horizonte y mete a la cama a los borrachos, prendemos las velas y follamos soñando con un poco de alquimia y luz de luna. Ya nadie guarda memoria de aquello a lo que llamaban realidad, y tu con tu culo vinieron a tomar la sala, la cocina, el porche el baño y los otros dos cuartos, vinieron a por el pensamiento, callada, desmembrando las ideas y los sonidos que hacen eco en nuestras cabezas. Ya no hay más hondas en mi cerebro, mi haber es también entrañado por tus manos, y por la noche que me tiene al descubierto con una erección y sin ganas de salir de ella, con humos que se mueven por la habitación y pequeñas luces que entran y salen por las endiduras de las persianas, en un vacuo danzar que ni yo ni tu vemos, en medio del show más cautivador del mundo y sin expectadores. Sos hermosa nena, aun cuando no estas aquí, sos hermosa y me impregnas la cara de ti con unos pocos recuerdos, caló tu mirada en mi pecho y encendes el interruptor de cuando en vez a distancia, como la noche que sin darme cuenta me alcanza y me deja pequeño y solo ante la sobra de mi mismo, cultivando ideas pasadas para erigir un mañana rasgando un mejor cielo, alguna cara fotogenica, una portada de revista con mi nombre y tus tetas en mis manos.
Vos sois la razón de la noche.
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