Un mordisco de un dia

Ya la música dejo de sonar, el sol salio y nosotros nos echamos, el infortunio nos jode pero no puede hacer mas que solo fastidiar, lo que había que hacer ya se hizo y lo que se estaba cuidando se rompió, los ojos se derritieron desparramándose por el cuerpo, pasaron por los senos, tocaron algunas barrigas y pude sentir como otros ojos también cansados de ver se precipitaban hasta el piso. Soñé para descansar de la realidad, dormir para despertar con la espalda mas maltratada de lo que estaba antes, dormía cayendo suavemente por un eterno cuadro que se dividía hasta volver a ser el mismo, se dividía en si mismo y seguía entrando, pasaba a ser un triangulo y yo seguía pasando, vi puntos y de triangulo se pasaba a otro y así a un rectángulo y yo seguía bajando, nadando en la calmada caída de lo incierto, el fondo cambiaba y volvía y cuando por fin vi un disco de vinilo me agarre y volví, al frió cuarto tormentoso, la sabana hueca y de adorno, el pequeño espacio en la cama y las ganas de separarme de mi espalda. las personas, el licor, la cerveza, la piscina y la comida, los cuerpo y la piel sin ropa, la risa sin sentido y la de doble sentido, los lentes perdidos, erección y penetración, conjunción de los labios aterciopelados de la locura, la real realidad irreal, la humedad que despide el cuerpo femenino abierto, sediento de piel, de entrega, de demencia, de sabores y niebla, gemidos, gritos y respiracion acelerada, justo sobre mi oído, implorando mientras mordían, todo sin pena y a puertas abiertas. saluda al pasado mientras hablas del buen y extravagante presente que gozas, come sin hambre después no habrá comida ni baño, roba un recuerdo al aire y siente tu pelo aun mojado y frió, con rastros de lo que paso, un poco de cerveza, olores y bostezos.

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