Noches sin dormir
Yo soy el sueño, tu eres la cama, la entrada, la razón descabellada, el discurso utópico que encaminó a miles a su fin, el altar al alba iluminando con sombras sublimes los cadáveres del olocausto. Eres tu el fin de mi principio, aun sabiendo todo eso, eres hacia donde me encaminó, la ciudad donde quiero vivir y buscar refugio, mancharme ante la sociedad con resacas te café histérico con leche en polvo, eres la trompeta de milles echa polvo entre catalizadores electrónicos que segregan dubstep y hablan de lenin, del leninismo, el marxismo, liberation y liberales, libertinaje, del feudo y el oprimido, del camino y de marx, del titanio de staling, hambrientos en noches sin dormir, del fascismo y el facilitismo, de muchos otros ismos sin menear el culo, sin sudar una gota encefálica. Un alarido al aire, al día que aguarda por nosotros con ansias, que acelera la música y canta aquella canción que no sabemos mientras hordas furtivas de zancudos patas blancas como enjambres se abalanza hasta nuestro entendimiento, y de repente ya nada tiene sentido, y parece que jamas lo tuvo. Pero aun ahí yo solo quiero seguirte besando.
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