Olas de tiempo
Escucho un solo de guitarra impactar, reclinarse sobre la calma, la calma luego de inmenso desastre, era la guerra allá afuera, la gente lloraba, la gente gritaba y era golpeada con porros que luchaban por descomponer la palabra justicia y traer luz artificial, controlada para la nación, controlar a la nación. Asombrosas golpizas autorizadas, denigrantes cuerpos arrastrados en nombre de la patria y para la patria. Culos rojos, alucinando, asombrosas ampollas de una noche duro donde nadie alcanzo a volar, la lluvia se retraso este año y cayó fuego del cielo, fluidos rosados como pentobismol en la lúgubre acera del entendimiento, hombres contra hombres, hombres contra niños, la nación conga la nación, el estado contra la nación, y una madre llora preguntándose en voz alta si hay alguien allí afuera que la escuche, que le ayude, que rompa su llanto con la presencia de su hijo, que quiebre el universo y el espacio tiempo para que su hijo camine nuevamente entre los mortales, y le habla a su hijo muerto y escondido detrás de una solidad pared de ideas, le dice que no le duele que sea un mártir, le duele es tenerlo lejos (y parte cojonudamente el alma verla hablarle echa un jodido valle de lágrimas, un valle de almas perdidas en la corrupción, el alma humana corrompida desde la esencia) no para de llorar ni de hablar y la música tampoco puede parar -Hijo me escuchas? Escuchame hijo, lloro por que duele tenerte lejos, duele perderte, no lloro porque seas un mártir, lloro porque duele perderte, duele no estar contigo, duele, duele, como duele. Hijo lloro porque duele perderte, no porque seas un mártir, eso no me duele, me duele perderte. - Y así sigue balbuceando hasta que la luz se apaga y otra mano uniformada entre flashes de verdad arremete contra carne y hueso, sus ojos están muertos, su maniaca sonrisa es lo único vivo. Todos estamos cansados y la nación parece perdida. Nadie tiene nada y dudo que nos tengamos entre nosotros, aun queremos volar y volver a lo que nunca tuvimos. El frío nos amarra aun debajo de un intenso sol, la gélida sonrisa infame de un estado que lacera la integridad de todos los cuerpos y mentes, las madres gritan que vuelvan los muchachos a sus casas, vuelvan a casa, esto se acabo y la opera termino, el cielo esta despejado y otra ola mas regresa al mar, azules corrientes que intentan escapar sin éxito de la masa. La pintura se esta secando y atravesamos puertas sin movernos, sentimos que caemos y nunca tocamos el piso pero gracias a la vida, que viva la vida, gracias al universo y a la vida la canción nunca termina, por mas que parezca que esta cerca de terminar no lo hace. Roger keep singing, everybody is OK, todos gritamos y terminamos enfermos sin poder pararnos, todo va bien, pero no hay agua en la bañera, y ya no podemos ver la pintura, pero podemos ver el mundo con los ojos cerrados, puedo verlo todo cuando toco tus labios, puedo sentir lo que dices solo con besarte, cubriré mis ojos porque ya no es cuestión de ver o hablar, debemos salir y caminar, esperar que espuma blanca emane de nuestros pies sucios como la de las olas, esperar a que el aire se limpie, este aire salado fétido a sangre y metal caliente, fricción y expansión. Despertar en una nueva cama totalmente desnudo y mojado, con un nuevo aroma salado, con una mujer como el mar, con nuevas enfermedades mentales, caóticas que nos impulsen a contemplar el sol desde el colchón y nunca salir de entre las sabanas. The show must go on.
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