Sueños rapidos

  Fuerza de luz ligera con olor a briza solitaria me salpica feliz en el rostro como un coro alegre que me besa en la boca, húmedo y rojo como un tomate. Anticipa mis pasos por la cálida noche solitaria de marzo, de mayo, de junio, de agosto, de mi mismo. Cenamos entre esta masa ansiosa  que danza, goza, tose, toca, canta, cantamos y saltamos entre trompetas de festejos, de carnaval armónico, ordenados en un desorientado clamor por la vida misma.

  Fugaces noches que colisionan entre sombras moribundas de la añoranza de un mejor mañana.

  Sobras del reproche del recuerdo orgasmico de tus senos fogosos dilatando el tiempo en una mirada hipnótica que penetra las calles de mi mente desolada por el clamor de espacios íntegros a mi mismo, mi mente ciudad habitada por la soledad de mi mismo, de la salsa napolitana brotando en mis bolsillos, en los pasos repetitivos de todos los yo que habitan aquella ciudad mental del hombre que aún no soy, aquel ecosistema mental en construcción, en destrucción, en áridos recuerdos de transformación errada a suerte de rápidas conjeturas furiosas de dedos torpes en un teclado digital atormentado por no dar la talla. La ciudad donde habitan mis poetas, mis amores y desamores, mis llantos oscuros y mis desrecuerdos en alcohol pasajero.

  Un rodeo de sexo cotidiano que me lleva a seguirme los paso, a seguirnos a todos los yo los paso camino a no sabemos que esquina de nosotros mismos, mientras vemos el reloj en nuestra muñeca izquierda y las carreteras llenas de carros manejadas por nosotros figuran un patrón esbelto de diseño germánico, esgrimiendo la belleza del caos en el orden momentáneo de un cuerpo efímero, del pensamiento ciudad que respira y suspira buscadose a si misma en otras ciudades en movimiento, en otros idiomas, en otros acentos, otras miradas, en recuerdos ajenos de vidas robadas, en el recurso de perderse para encontrarse en un camino sin remedios, sin retorno, sin otra música que la de la paz artística de tocar tu encuentro y aceptarte en un abrazo progresivo.

  How I wish you were here Tuntururuntun. Cierro los ojos y me dejo recordar, a ese mi mismo que aun no soy.