cursileria

Besame, besame como el sol besa la tierra cada mañana, besame como el aire besa las hojas y las palmeras, besame como la luna al mar y las olas a las orillas de la playa, besame en verano, en inverno, en primavera, besame y no me sueltes en otoño mientras las hojas caen y los arboles se desnudan, besame y despojame de calma, besame entre montañas, hazlo y siente como nada es realmente importante y solo vale la pena disfruta cada segundo que nos da la vida, palpar la vida, salir del cuerpo y darle vida al alma, vierte la miel de tus labios en mis sueños, en mis ojos, posa tus labios con fuerza vehemente que no hay tiempo y demosle a los segundo la esencia que solo el sonido de los labios crujiendo de pasión al chocar puede otorgarles, atiborrar las paredes de sombras y tu rostro de colores. Ruidos de ojos cerrados y cuerpos abiertos entregándose a la respiración y formando un nexo que en un segundo es eterno y nos eleva a lo suprasensorial durante frágiles instantes fugaces sin aire en la nada, en formato binario, posando en una unión de carne, brazos, lenguas, boca, cuerpo, sustancia, puros y ligeros, tan próximos  tan delicado, viajan en la infinidad de la mente y se extienden el unos sobre el otro, chocan colapsan y se desintegran para luego ser solida gelatina, acoplándose y soldándose en la unidad de dos mitades vivas y articuladas, dos en uno.