Graham

Mientras escucho a la gorda cantar me suelto en una simple sugestión que me lleva, me dejo llevar sereno, siento como los pecados corren por mi espalda, caen, se deslizan y chorrean hasta mi culo, negros y oscuros quiebran mi piel y la segmentan en viejos recuerdos profundos llenos de vació, desde aquí se puede oler la hierva podada de el patio trasero, se puede sentir el sudor del podador, restregado por su frente, por su rostro protegido del inclemente sol bajo un sombrero de lana y quejas rotas. Aun no quiero recordar lo que escribiré cuando llegue la hora de sentarme y caminar por mi cerebro, uniformemente deforme en la marea de pensamientos que van y vienen, sin timidez y sin nombres claves, sin sueños ni dinero, solo con un par de zapatos y una camisa sudada, nada es lo mejor para comenzar, desde nada empieza todo, y todo termina en un buen sueño que se ahoga en cerveza, una vida sin tiempo que se desmancha con muertes lineales y sucesivas, limpias y sucias, arrastradas por garras pasionales que aclaran la vista y los pulmones, cigarros pesados en noches de libros.

Soledad no estas sola! estas conmigo y yo te acojo como pocos antes lo han hecho, te perdono los malos momentos y se que me perdonaras los estúpidos insultos infantiles del pasado, dormiré contigo, dormiré contigo y me encontrare en un universo múltiple de vistas convergentes  almas, drogas, cerebros, ojos y lenguas, armas y estupidez, distintos mundos que chocan en uno solo y llenos de músculos y sudor intentan alzarse mientra un suave blues con una guitarra llena de barro suena, nadie llora por que saben cual es el destino, cual es la cura, y aunque todo este perdido podemos reír y canta en medio del cataclismo en que vivimos, fingir que nada nunca pasa no es la solución  es solo una canción de amor, pero canta sonríe y fuma, me abrazare con aquellos y tu con estos, no seas estúpido y si lo eres no te preocupes que todos lo somos.

En la cara de una canción escribo con la soltura que se escucha a un recién nacido reír y llorar.