Desmembrados
Bolas de recuerdos sin aliento fresco, palabras perdidas entre ráfagas de momentos, cuando pienso en lo que debo y no hago me pierdo en mi cabeza, los ojos quedan suspendidos a su suerte, desligados pues ya yo he saltado de la carne a las sombras de mis cuartos cerebrales. Las escucho, las escucho a todas y cada una de ustedes hablando,gritando y susurrando, te escucho desde acá tal como quieres, puedo oírte hablar desde aquí, cada una de tus escandalosas palabras me abruman así como flaquea tu voz al saber sin verme que logro oírte, con vino en tus labios puedo probar tu cuerpo, con tus manos en conversaciones podridas que se dejan arrinconadas como polvo en alguna esquina. Yo en mi cuarto desde mis pensamientos, echado. Aun te escucho, te ríes frenéticamente para despertarme pero estoy ocupado metido en mi piel, entre letras coaguladas y canciones bien cantadas de artistas que mañana plagiare, luego de esta canción saldré y te arrastrare a mi, con la mirada, vendrás entregando tu ropa y pidiendo que muerda tus nalgas sin mover tus finos labios. Que esperas para descargar tus senos en mi vida, dejarme volar entre corrientes de brisas multicolores con olores a blues y jazz, con fuego en el alma y sin ojos, comiendo letras, experiencias en libros y en piel cruda, con las plumas manchadas de placer.
Tengo la barriga de un embarazado, estoy preñado de letras y las regurgitare de un momento a otro, no se en que momento ni de que quede en estado, pero ya es un echo ineludible. Estoy sudando un estilo de pasta gris que se desprende junto a un poco de mucosidad, con los labios resecos ruego por que nadie lo note, con sudor en la frente veo agitado de aquí para allá y tartamudeo el doble. Las comadronas me miran y me entregan tarjetas de presentación, ya todos lo saben pero nadie se atreve a decir algo, son un montón de engreídos hipócritas sin moral, escupiría su rostro pero debo guardar fuerzas, mis fluidos son valiosos de sobra para vanagloriar sus rostros con estos. Acelera el camión que el viento se nos cuela en remolinos, comemos en vueltas de angustia irracional y los días van pasando inefables carentes de los besos lascivos que frecuentaba y hoy esperan en la puerta bajo la promesa de un pronto, calma, después, estoy cansado. Y es que estoy mamado de estar cansado.
Tengo la barriga de un embarazado, estoy preñado de letras y las regurgitare de un momento a otro, no se en que momento ni de que quede en estado, pero ya es un echo ineludible. Estoy sudando un estilo de pasta gris que se desprende junto a un poco de mucosidad, con los labios resecos ruego por que nadie lo note, con sudor en la frente veo agitado de aquí para allá y tartamudeo el doble. Las comadronas me miran y me entregan tarjetas de presentación, ya todos lo saben pero nadie se atreve a decir algo, son un montón de engreídos hipócritas sin moral, escupiría su rostro pero debo guardar fuerzas, mis fluidos son valiosos de sobra para vanagloriar sus rostros con estos. Acelera el camión que el viento se nos cuela en remolinos, comemos en vueltas de angustia irracional y los días van pasando inefables carentes de los besos lascivos que frecuentaba y hoy esperan en la puerta bajo la promesa de un pronto, calma, después, estoy cansado. Y es que estoy mamado de estar cansado.
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