Desahogo

Semidesnudo con camisa a cuadros y entre arbustos que crecen en la imaginación de un ojo abundante que respira las imágenes y goza después de ver tantas porquerías, manos que brotan del suelo y me incitan a enamorarme de la vida, caminos con aullidos y gritos melódicos que traspasan puertas cerradas y rompen las cadenas metafisicas, todo empieza con una canción, termina con otra y empieza nuevamente,la vida sigue y los rostros de bellas mujeres jóvenes adornan las paredes, las esquinas, guitarras y los cementerios con flores marchitas, rostros suaves, inocentes y delicados, llenos de calma y amor, rostros que calman el andar frenético y descontrolado de mis maníacos días sudados, un humos azul pacifico explota y floto atravesando tierras enemigas a la velocidad del sonido entre hongos flotantes que se queman entre llamas de mil colores y despiden sabores variados de tiempos buenos y melancólicos, fuera de control recargando y desechando carne negra y descompuesta, el cielo retumba y aunque anhelo lo perdido sigo andando en lago de éxtasis sin leyes aparentes, sin pensamientos pesados y preocupaciones por este planeta dependiente de las apariencias y gobernado por monos mediáticos, manos espermáticas entre risos suaves y escurridizos, colisiones de pasión y el cielo  se desploma en habitaciones que se expanden y contraen al ritmo de un piano, una guitarra y una trompeta que alegres hablan, chillan y mugen exaltados entre aplausos de jubilo mientras dos mujeres se besan y colisionan sus caras con fuerza desesperada.