Bit
Sudo y sigo caminando, parado, sudando, ya no sudo sudor, sudo calor, sudo sueños, sudo días y años, sudo la vida, la vida se me derrama y escapa por los poros, del sucio a la pulcritud con un baño y de ahí al sucio todo cambia y da vueltas, el aspecto, mira cuan bajo crees que jamas llegarías y sin percatarte estarás soñando con llegar a ese punto, ese lugar estará arriba, en lo alto, mas altos que los pezones de la imaginacion, mas alto que la mas dura canción, estrepitosamente alto, nada parece mucho, no sudas, no sudo, sangro, sangras y se desangran por los poros, gotas esféricas, gotas mínimas por cada uno de los millones de poros que cubren tu cuerpo, la piel dañada, expide sangre gotas por gotas que se van uniendo en y forman un lago de un mal sueño, breva, todas las gotas se entrelazan, se pegan entre si, reducen espacios y se expanden, desde adentro, todo brota lentamente y se van derramando linea tras lineas, choriando por las piernas hasta el piso, parado sobre un charco, mi charco, mi tierra húmeda y maltratada, semi impermeable, ajustada, que ha visto tanto y aun sigue tragando, parado sobre mi sangre, sobre mi sombra doblada e inclinada, echada al piso, arrodillada y cansada aun aguanta. De pie, aun parado en medio de la calle entre las dos aceras, debajo de la noche casi ausente de estreñas, la calle sin luces, duro y blando asfalto, digiriendo nuestras vidas, fétido, caliente y sediento, sin carros, sin vidas, sin fuerzas sin aire y con brisa, sin iluminacion artificial, sin nuestra amada electricidad, sin cultura, sin comida y con hambre, sin la luz desde los postes campaniantes que siguen el paso, sin alzar el rostro a la luz que brota de la luna y se posa sobre la ciudad repleta de sombras y barro, sin lluvias, hermosa luz en medio de olas de cemento y asfalto, caminos para perdernos, semáforos que hablan solos, mi cabeza con sueño, las telas, la demencia de entender, el sueño de volver al ayer, la esperanza de un mejor mañana o de perder la mente y con ella los pensamientos, pensar puede ser una tortura, depende de las circunstancias y de que se piensa siempre dijo el viejo, pero mi pensamientos no variaban mucho en sus conclusiones, tan fatalista mis sueños húmedos, tan fácil y mejorado, tan dañado y apartado, aun no me he tocado, la noche canta y me baja hasta que mi cabeza toca el suelo, la noche grita y me calla, la noche se une a la mañana y a las trompetas. me siento en la meseta del olvido
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